El talipes equinovaro congénito (TCEV), más comúnmente conocido como pie zambo, es una enfermedad congénita que afecta al pie y al tobillo de los recién nacidos, donde el pie está anormalmente girado hacia dentro. Es una deformidad del desarrollo que puede causar discapacidad de por vida si no se trata adecuadamente. Puede afectar a uno o a ambos pies y se caracteriza por una combinación de desalineaciones del pie, como aducción (el pie hacia dentro), supinación (la planta hacia arriba) y varo (el pie inclinado hacia dentro). La gravedad y las características específicas de la deformidad pueden variar, pero en su forma más extrema puede provocar dificultades para caminar y requerir intervención médica a largo plazo.
Comprender la deformidad
En la CTEV, los huesos y los tejidos blandos del pie están malformados, lo que provoca que el pie se fije en una posición anormal. Los huesos calcáneo, navicular y cuboides del pie están rotados medialmente en relación con el astrágalo, y los tendones y ligamentos que rodean estos huesos se tensan, contribuyendo aún más a la deformidad. El pie está supinado, lo que significa que el borde exterior del pie está más alto que el interior, pero los dedos pueden girarse hacia dentro. Esta afección puede dificultar la movilidad normal y afectar al desarrollo general del pie del niño.
Aunque la ETEV suele ser una enfermedad aislada (idiopática), también puede estar asociada a otros trastornos genéticos o neurológicos, lo que se conoce como ETEV sindrómica. La ETEV sindrómica es menos frecuente, pero puede ser más grave y requerir tratamientos más agresivos. En la mayoría de los casos, sin embargo, la extremidad superior y otras partes del cuerpo no se ven afectadas.
Causas y factores de riesgo
La causa exacta de la ETEV sigue sin estar clara, pero las investigaciones sugieren una combinación de factores genéticos y ambientales. Los estudios han indicado que puede haber un componente hereditario, con antecedentes familiares presentes en aproximadamente el 24-50% de los casos, dependiendo de la población. Los estudios genéticos sugieren que el CTEV sigue un patrón de herencia complejo, en el que posiblemente intervenga un único gen con efectos importantes sobre un fondo poligénico. También se han identificado factores ambientales, como el tabaquismo materno durante el embarazo, que contribuyen al desarrollo del CTEV, lo que indica una interacción entre la genética y las condiciones externas.
En algunos casos, la posición intrauterina también puede desempeñar un papel en el desarrollo de la ETEV. Los estudios han demostrado que los casos más leves de CTEV podrían estar asociados a una restricción del movimiento fetal, que podría ser consecuencia de una insuficiencia de líquido amniótico (oligohidramnios) o de una posición uterina anómala.
Diagnóstico y tratamiento
El CTEV suele diagnosticarse al nacer, pero técnicas de imagen más avanzadas, como la ecografía, pueden detectar la afección en el útero a partir de las 12 semanas de gestación. El objetivo principal del tratamiento es corregir la alineación del pie y garantizar una funcionalidad adecuada sin necesidad de discapacidad permanente.
Tratamientos no quirúrgicos
El método de Ponseti es el tratamiento no quirúrgico más utilizado para la CTEV. Esta técnica implica la colocación de yesos en serie, en los que el pie se manipula hasta una posición corregida y se enyesa en su lugar. Las escayolas se cambian semanalmente, y el procedimiento puede durar de seis a ocho semanas. En la mayoría de los casos, es necesaria una tenotomía del tendón de Aquiles, un procedimiento en el que se corta el tendón de Aquiles tenso para permitir que el pie se coloque en una posición más normal. Tras el periodo de enyesado, el niño lleva una férula (normalmente una órtesis de abducción del pie) para mantener la posición corregida.
Otra técnica muy utilizada es el método Kite, que también implica la colocación de yesos pero difiere en el enfoque de la manipulación. Aunque es eficaz, el método Kite suele requerir un periodo de enyesado más largo e intervenciones quirúrgicas más frecuentes.
Tratamientos quirúrgicos
En los casos en que los métodos no quirúrgicos fracasan, puede ser necesaria la cirugía. Las intervenciones quirúrgicas suelen consistir en alargar o liberar tendones, ligamentos o músculos que limitan la movilidad del pie. Procedimientos como el
Resultados y retos
Con un tratamiento rápido y adecuado, la mayoría de los niños con CTEV pueden alcanzar una función normal del pie, aunque algunos pueden experimentar recaídas. Estas recaídas suelen requerir una intervención adicional, como más escayolas o incluso cirugía. Se ha demostrado que la técnica de Ponseti produce excelentes resultados a largo plazo, y los estudios indican que en más del 90% de los casos se evita la cirugía mayor. Sin embargo, en algunos casos, la deformidad puede reaparecer, haciendo necesarios nuevos tratamientos.
Las recaídas son especialmente frecuentes si el niño no cumple el régimen de ortesis después de la fase de enyesado, lo que pone de relieve la importancia de una intervención temprana y constante. La investigación sigue explorando las mejores formas de reducir las tasas de recaída y mejorar los resultados generales, incluidas nuevas técnicas y el uso de agentes terapéuticos adicionales como la toxina botulínica.
Conclusión
El talipes equinovaro congénito es una afección compleja que requiere una intervención cuidadosa y oportuna. Aunque la causa exacta sigue siendo poco conocida, los avances en el tratamiento, en particular el método de Ponseti, han mejorado significativamente el pronóstico de la mayoría de los niños. El diagnóstico precoz y un seguimiento constante son fundamentales para garantizar que los niños con pie zambo puedan llevar una vida activa y sana. Los padres y cuidadores deben ser informados sobre las opciones de tratamiento y la importancia de cumplir los protocolos posteriores al tratamiento, como el uso de los aparatos ortopédicos prescritos, para minimizar el riesgo de recaída.
Investigación
Un estudio de 2024 del Journal of the West African College of Surgeons evaluó la eficacia del protocolo de Ponseti para tratar el pie zambo idiopático en el Hospital Universitario de Lagos. En el estudio, en el que participaron 82 niños (128 pies), se observó una tasa de éxito del 84,4% a los seis meses, lo que confirma que el método de Ponseti es un tratamiento muy eficaz y de bajo coste para el pie zambo congénito. La puntuación inicial media de la gravedad del Pirani fue de 3,6, y la mayoría de los casos requirieron unos seis yesos para lograr la corrección. Más de la mitad (51,6%) de los pacientes necesitaron una tenotomía del tendón de Aquiles, normalmente aquellos con deformidades más graves. Es importante destacar que el cumplimiento de la férula de abducción del pie tras el escayolado fue crucial: los pacientes que no la cumplieron presentaron una tasa de recaída del 69%, frente a sólo el 2% entre los que siguieron el protocolo de la férula. El estudio refuerza la idea de que un tratamiento de Ponseti precoz, constante y supervisado adecuadamente produce excelentes resultados en la mayoría de los niños con CTEV. («Estudio sobre los resultados del método Ponseti en el pie zambo – véase PubMed«).
¿Tiene más preguntas?
Q. ¿Qué es el talipes equinovaro congénito (TCEV)?
A. El talipes equinovaro congénito, también conocido como pie zambo, es una deformidad congénita en la que uno o ambos pies están torcidos fuera de su forma o posición.
Q. ¿Es frecuente el talipes equinovaro congénito?
A. Se da aproximadamente en 1 de cada 1.000 nacidos vivos y es más frecuente en niños que en niñas.
Q. ¿Cuáles son las causas del pie zambo?
A. Se desconoce la causa exacta del pie zambo, pero se cree que intervienen factores genéticos y ambientales.
Q. ¿Es doloroso el pie zambo para los bebés?
A. El pie zambo en sí no es doloroso para los bebés, pero si no se trata, puede provocar discapacidades y molestias importantes a medida que el niño crece.
Q. ¿Cuáles son los signos visibles del pie zambo?
A. El pie suele estar girado hacia dentro y hacia abajo, y los músculos de la pantorrilla de la pierna afectada suelen estar poco desarrollados.
Q. ¿El pie zambo puede afectar a ambos pies?
A. Sí, el pie zambo puede afectar a uno o a ambos pies, siendo frecuente la afectación bilateral.
Q. ¿Cómo se diagnostica el pie zambo?
A. El pie zambo se diagnostica normalmente al nacer mediante exploración física, y a veces puede detectarse mediante ecografía prenatal.
Q. ¿Cuál es el tratamiento inicial del pie zambo?
A. El método Ponseti, que consiste en manipulaciones suaves y enyesado, es el tratamiento inicial más común.
Q. ¿Cuántos yesos suele necesitar el método de Ponseti?
A. Por lo general, se requieren de 5 a 7 yesos para corregir la deformidad gradualmente.
Q. ¿Es necesaria la cirugía en todos los casos de pie zambo?
A. La mayoría de los casos responden bien al método de Ponseti, pero algunos pueden requerir una intervención quirúrgica menor para liberar el tendón de Aquiles.
Q. ¿Qué ocurre después de la fase de fundición?
A. Después del enyesado, el niño suele llevar un corsé ortopédico para mantener la corrección y evitar recidivas.
Q. ¿Cuánto tiempo debe llevar el niño la férula después del tratamiento?
A. La férula se lleva a tiempo completo durante los primeros meses y después durante las siestas y por la noche durante varios años.
Q. ¿Qué ocurre si no se trata el pie zambo?
A. El pie zambo no tratado puede provocar discapacidad permanente, dolor y dificultad para caminar.
Q. ¿Pueden llevar una vida normal los niños con pie zambo tratado?
A. Sí, con el tratamiento adecuado, la mayoría de los niños con pie zambo pueden andar, correr y participar en actividades normales sin limitaciones.
Q. ¿Es posible que el pie zambo reaparezca después del tratamiento?
A. Sí, pueden producirse recidivas, sobre todo si no se sigue correctamente el tratamiento ortopédico, por lo que es importante un seguimiento regular.
Q. ¿Existen complicaciones del pie zambo a largo plazo?
A. Con un tratamiento exitoso, las complicaciones a largo plazo son mínimas, aunque algunos niños pueden tener pies ligeramente más pequeños o menos flexibles.
Q. ¿Tiene el pie zambo alguna repercusión en la inteligencia o el desarrollo cerebral?
A. No, el pie zambo es una afección estructural del pie y no afecta al desarrollo cerebral ni a la inteligencia.

Dr. Mo Athar
