Dedo en martillo: comprensión y opciones de tratamiento
El dedo en martillo es una deformidad frecuente de los dedos menores del pie, que afecta específicamente a la articulación interfalángica distal (DIPJ). Esta afección consiste en la flexión de la falange distal sobre la falange media, a menudo debido a una contractura en la DIPJ. La gravedad del dedo en martillo puede variar, y en algunos casos se observa una incapacidad para extender completamente el dedo, lo que provoca dolor y dificultad para calzarse. Aunque no es tan frecuente como otras deformidades de los dedos, como el dedo en martillo o en garra, el dedo en martillo sigue representando un reto importante en la cirugía de pie y tobillo.
Causas y fisiopatología
Las causas exactas de la deformidad del dedo en martillo son multifactoriales. Uno de los factores principales es un desequilibrio entre los músculos flexores y extensores que controlan el dedo. El flexor largo de los dedos (FDL) es un músculo extrínseco clave responsable de la flexión plantar en la DIPJ, y cuando domina a los músculos extensores, el dedo queda fijo en una posición flexionada. Un segundo o tercer dedo más largo que los dedos adyacentes puede agravar este desequilibrio, especialmente cuando se utiliza calzado estrecho o apretado. Esta afección es especialmente frecuente en las sociedades occidentales, donde es habitual llevar tacones altos y calzado restrictivo.
Los traumatismos son otro factor importante del dedo en martillo. Las lesiones directas en el dedo, como un golpe o una lesión por hiperflexión, pueden dañar los tendones y provocar la deformidad. Además, las afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide o la artritis psoriásica también pueden predisponer a las personas a desarrollar el dedo en martillo, ya que la destrucción articular y los desequilibrios musculares complican aún más la alineación de los dedos.
Síntomas
El dedo en martillo se caracteriza principalmente por dolor y deformidad. El dedo afectado suele estar flexionado en la articulación DIPJ, lo que provoca presión en la punta de la falange distal, que puede causar la formación de callos o callosidades. El dolor suele localizarse en el dorso de la DIPJ y puede empeorar al soportar peso de forma prolongada o con calzado apretado. En algunos casos, los pacientes buscan tratamiento por razones estéticas, especialmente si la deformidad es visible cuando el pie está en posición de reposo. La presión crónica sobre el lecho ungueal también puede provocar deformidades ungueales.
Opciones de tratamiento conservador
El primer paso en el tratamiento del dedo en martillo es determinar si la deformidad es flexible o rígida. Las deformidades flexibles suelen tratarse de forma conservadora con modificaciones del calzado e intervenciones no quirúrgicas. El uso de zapatos con punteras más anchas y suelas blandas puede ayudar a aliviar la presión sobre el dedo afectado. Los tratamientos paliativos como el acolchado sobre callosidades y durezas también son eficaces para aliviar los síntomas. Además, pueden utilizarse férulas o crestas para los dedos con el fin de reducir la flexión en la DIPJ y promover una mejor alineación.
Estirar los tendones flexores con regularidad puede ayudar a retrasar la progresión de la deformidad en casos flexibles. En los pacientes con diabetes o enfermedad vascular periférica, los tratamientos conservadores deben aplicarse con cuidado para evitar agravar las complicaciones existentes en los pies, como la rotura de la piel o la ulceración. En los casos más graves, cuando fracasan las medidas conservadoras, puede considerarse la intervención quirúrgica.
Opciones de tratamiento quirúrgico
Para los pacientes con deformidades rígidas o más graves, se hace necesario el tratamiento quirúrgico. Para corregir el dedo en martillo se emplean varias técnicas, cada una de ellas elegida en función de las necesidades específicas del paciente.
1. Tenotomía flexora
La tenotomía flexora es un procedimiento quirúrgico muy utilizado que consiste en cortar el tendón flexor para aliviar la deformidad en flexión en la DIPJ. Este procedimiento es más eficaz en los casos en que la deformidad es flexible y puede corregirse sin necesidad de procedimientos óseos adicionales. La intervención suele realizarse con anestesia local y se practica una pequeña incisión en la superficie plantar del dedo del pie para acceder al tendón flexor. Una vez seccionado el tendón, se deja que el dedo se alinee de nuevo. En algunos casos, se utiliza una aguja de Kirschner para estabilizar el dedo mientras cicatriza la herida.
2. Hemifalangectomía/Condilectomía
En los casos en los que una simple tenotomía es insuficiente, puede realizarse una hemifalangectomía o condilectomía. Este procedimiento consiste en extirpar la parte dañada o deformada de la falange media o la falange distal. Aunque esta técnica se ha utilizado con buenos resultados para otras deformidades como el dedo en martillo, es menos frecuente en el dedo en martillo debido a la posibilidad de que se produzca una unión fibrosa en lugar de una fusión ósea. El procedimiento requiere una extracción cuidadosa del hueso y los tejidos blandos para garantizar una alineación adecuada, seguida de una estabilización con clavos o tornillos.
3. Resección DIPJ Artroplastia/Artrodesis
En los casos más graves, en los que la articulación está muy dañada o en los que han fracasado otros procedimientos, puede realizarse una artroplastia de resección. Este procedimiento consiste en la extirpación de las superficies articulares de la DIPJ para favorecer la curación y la fusión. En algunos casos, se realiza una artrodesis (fusión articular) para garantizar una estabilización permanente. Aunque esta técnica ofrece un buen alivio del dolor, puede reducir la movilidad de la articulación, lo que la hace menos deseable para los pacientes que buscan una función completa de los dedos del pie.
4. Falangectomía distal
La falangectomía distal es una opción más radical, normalmente reservada para pacientes de edad avanzada o con comorbilidades importantes. En este procedimiento se amputa la falange distal, extirpando de hecho la parte afectada del dedo. Aunque puede ofrecer un excelente alivio del dolor y suele utilizarse en casos avanzados, conlleva la pérdida de la punta del dedo, lo que puede afectar a la estética y la función del pie.
Conclusión
El dedo en martillo es una complicada deformidad del pie que requiere un diagnóstico y tratamiento cuidadosos. Los avances tanto en el tratamiento conservador como en las técnicas quirúrgicas han mejorado mucho los resultados para los pacientes. Para las deformidades flexibles, los tratamientos conservadores como las modificaciones del calzado y el estiramiento del tendón suelen ser suficientes. Sin embargo, en los casos en que estas medidas fracasan o la deformidad es grave, las opciones quirúrgicas como la tenotomía flexora, la hemifalangectomía y la artrodesis de la DIPJ ofrecen soluciones fiables. Como ocurre con cualquier deformidad del pie, la intervención precoz es clave para lograr los mejores resultados posibles y evitar complicaciones posteriores.
Investigación
Un caso clínico publicado en 2023 en Journal of Surgical Case Reports describe un novedoso enfoque para el tratamiento del dedo en martillo óseo del hallux (dedo gordo del pie) mediante fijación con tornillos y aumento de sutura con FiberWire. El paciente, de 54 años, presentaba una fractura por avulsión de la falange distal que se reparó quirúrgicamente con dos tornillos de 1,5 mm y suturas reforzadas, seguidas de una fijación temporal de la articulación durante cuatro semanas. A los 20 meses de seguimiento, el paciente recuperó el movimiento completo y no presentaba dolor, deformidad ni complicaciones. Los autores concluyeron que la combinación de fijación con tornillos pequeños y refuerzo de sutura proporciona una fijación fuerte y estable y puede acortar el tiempo de inmovilización, ofreciendo una opción eficaz para esta lesión poco frecuente en la que las pautas de tratamiento estándar siguen sin estar claras. ( «Study on successful screw-and-suture repair for big-toe mallet injury – see PubMed«).
¿Tiene más preguntas?
Q. ¿Qué es el dedo en martillo?
A. El dedo en martillo es una deformidad en la que la articulación del extremo del dedo se dobla, dando lugar a un aspecto curvado del dedo.
Q. ¿Cuál es el dedo más afectado por el dedo en martillo?
A. El segundo dedo del pie es el más comúnmente afectado por el dedo en martillo, aunque puede afectar a cualquier dedo.
Q. ¿Cuáles son las causas del dedo en martillo?
A. El dedo en martillo puede deberse a desequilibrios musculares, traumatismos, calzado inadecuado o enfermedades subyacentes como la diabetes o la artritis.
Q. ¿Cuáles son los síntomas del dedo en martillo?
A. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento, hinchazón en la articulación del dedo del pie, callos o durezas por fricción y dificultad para calzarse.
Q. ¿Cómo se diagnostica el dedo en martillo?
A. El dedo en martillo se diagnostica mediante una exploración física y se confirma con radiografías para evaluar la alineación del hueso y su gravedad.
Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para el dedo en martillo?
A. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen el uso de calzado más espacioso, el uso de almohadillas o cojines para los dedos de los pies, la realización de ejercicios de estiramiento y el tratamiento de las afecciones subyacentes.
Q. ¿Cuándo se recomienda la cirugía para el dedo en martillo?
A. La cirugía se recomienda cuando los tratamientos conservadores no alivian los síntomas o si la deformidad es rígida y dolorosa.
Q. ¿Qué tipos de cirugía se realizan para el dedo en martillo?
A. Las opciones quirúrgicas incluyen el alargamiento o la transferencia del tendón, la fusión articular o la extirpación de parte del hueso para enderezar el dedo.
Q. ¿Cuál es el tiempo de recuperación después de una operación de dedo en martillo?
A. La recuperación puede llevar varias semanas, durante las cuales los pacientes pueden tener que llevar un zapato especial y limitar la actividad de carga de peso.
Q. ¿Puede reaparecer el dedo en martillo después del tratamiento?
A. La recurrencia es posible, especialmente si no se tratan las causas subyacentes o no se utiliza el calzado adecuado.
Q. ¿Cómo se puede prevenir el dedo en martillo?
A. El dedo en martillo puede prevenirse utilizando zapatos que ajusten bien y dejen espacio suficiente para los dedos, evitando los tacones altos y tratando precozmente los desequilibrios musculares del pie.

Dr. Mo Athar
