Comprender la coalición tarsal: Una visión global
La coalición tarsiana es una afección en la que existe una conexión anormal entre dos o más huesos tarsianos del pie. Esta afección es principalmente congénita, resultado de un fallo en la segmentación del tejido mesenquimatoso durante el desarrollo fetal. Aunque muchos casos son asintomáticos, las coaliciones tarsianas pueden causar dolor y deformidad importantes, lo que a menudo dificulta las actividades cotidianas. En este artículo se analizan las causas, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de las coaliciones tarsianas, centrándose en las dos formas más comunes: las coaliciones talocalcáneas y las calcaneonaviculares.
¿Qué es la coalición tarsal?
La coalición tarsiana se refiere a la unión de dos huesos tarsianos del pie, que puede afectar a hueso, cartílago o tejido fibroso. La afección suele ser congénita, pero también puede adquirirse debido a un traumatismo o una enfermedad. La conexión anormal provoca una restricción del movimiento del pie afectado, causando dolor y deformidades como pie plano y valgo (inclinación del talón hacia dentro). Esta afección suele presentarse en la infancia o la adolescencia, a menudo tras una lesión menor o esguinces repetidos.
Causas y tipos
Las coaliciones tarsianas están causadas en la mayoría de los casos por un fallo en la diferenciación del tejido embrionario mesenquimal durante el desarrollo del pie. Esto conduce a una segmentación incompleta de los huesos tarsianos. La base genética de esta afección se ha relacionado con mutaciones, como la mutación Pro250Arg en el gen del receptor 3 del factor de crecimiento de fibroblastos (FGFR3), que puede predisponer a las personas a desarrollar coaliciones tarsianas.
Existen varios tipos de coaliciones tarsianas, en función de los huesos implicados:
- Coalición talocalcánea: Afecta al astrágalo y al calcáneo (hueso del talón). Es la forma más frecuente, responsable de alrededor del 48% de los casos.
- Coalición calcaneonavicular: Afecta a los huesos calcáneo y navicular, y es la segunda más frecuente.
- Otros tipos: Incluidas las coaliciones talonavicular, calcaneocuboidea y naviculocuneiforme, aunque son menos frecuentes.
Síntomas de la coalición tarsal
El síntoma principal de la coalición tarsiana es el dolor en el pie, que puede ser difuso o localizado, dependiendo del tipo de coalición. El dolor suele aparecer durante la actividad física y puede desencadenarse por un traumatismo mínimo. En los casos de coalición calcaneonavicular, el dolor suele sentirse en la parte delantera del pie. En las coaliciones talocalcáneas, el dolor tiende a localizarse por debajo del maléolo medial (parte interna del tobillo). Con el tiempo, la coalición puede causar una pérdida del arco longitudinal medial, lo que da lugar a un pie plano rígido y doloroso (pie planovalgo).
Otros síntomas incluyen:
- Movimiento subastragalino restringido: El movimiento normal entre el astrágalo y el calcáneo suele estar bloqueado, lo que provoca rigidez.
- Esguinces de tobillo recurrentes: Como consecuencia de la movilidad limitada de la articulación, los pacientes suelen sufrir esguinces frecuentes, especialmente durante actividades que requieren la rotación del tobillo.
- Deformidades del pie: Son frecuentes las deformidades como el valgo del talón (inclinación hacia dentro) o la abducción del antepié (giro hacia fuera).
Diagnóstico de la coalición tarsal
El diagnóstico comienza con una exploración física exhaustiva e imágenes radiográficas. La evaluación inicial suele incluir radiografías con soporte de peso, incluyendo vistas anteroposteriores, laterales y oblicuas. Para las coaliciones calcaneonaviculares, el signo de la «nariz de oso hormiguero» que se observa en la radiografía oblicua es característico, mientras que las coaliciones talocalcáneas pueden mostrar un signo en «C» en las radiografías laterales. Si estos métodos no son concluyentes, se utilizan técnicas de imagen avanzadas como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) para visualizar la coalición con mayor precisión, especialmente cuando la afección se encuentra en su fase fibrosa o cartilaginosa.
Tratamiento de la coalición tarsal
El tratamiento de la coalición tarsiana depende de la gravedad de los síntomas y del tipo de coalición. El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor, restablecer la función del pie y prevenir nuevas deformidades.
Tratamiento conservador
En muchos casos, las medidas conservadoras son eficaces, especialmente cuando la afección se detecta precozmente y no causa deformidades importantes. Los tratamientos conservadores incluyen:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Para aliviar el dolor.
- Ortesis: Las plantillas u ortesis personalizadas pueden ayudar a sujetar el pie y reducir los síntomas.
- Enyesado: En los pacientes con dolor importante, puede utilizarse una escayola para inmovilizar el pie y reducir la inflamación.
Tratamiento quirúrgico
Cuando fracasa el tratamiento conservador o el paciente desarrolla deformidades importantes, puede ser necesaria la cirugía. Los procedimientos quirúrgicos más comunes incluyen:
- Resección de la coalición: Es el procedimiento más habitual para las coaliciones talocalcáneas y calcaneonaviculares. La coalición se extirpa quirúrgicamente y pueden utilizarse injertos de tejido (como el músculo extensor de los dedos o injertos de grasa) para rellenar el hueco de resección y reducir el riesgo de recidiva.
- Corrección del valgo: En casos de deformidad significativa del pie, pueden realizarse procedimientos adicionales como el alargamiento del tendón de Aquiles o la osteotomía para corregir la alineación del pie.
- Artrodesis: En casos de artritis degenerativa avanzada o cuando fracasan otros tratamientos quirúrgicos, puede ser necesaria la fusión de las articulaciones afectadas.
Pronóstico
El pronóstico tras el tratamiento de la coalición tarsiana suele ser bueno, sobre todo para los pacientes jóvenes sometidos a resección de la coalición. La cirugía suele proporcionar un alivio significativo del dolor, mejora la función del pie y previene futuras deformidades. Sin embargo, en los casos en los que los cambios degenerativos están avanzados, los resultados quirúrgicos pueden ser menos favorables y puede ser necesario un procedimiento más extenso, como la triple artrodesis.
Conclusión
La coalición tarsiana es una afección que puede provocar dolor y limitaciones funcionales importantes si no se trata. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, ya sea conservador o quirúrgico, son cruciales para restablecer la función del pie y evitar complicaciones a largo plazo. Si sospecha que puede padecer una coalición tarsiana, sobre todo si sufre frecuentes esguinces de tobillo o dolor en el pie, es importante que acuda a un médico y considere la posibilidad de someterse a un tratamiento por imagen para confirmar el diagnóstico.
Investigación
Un reciente estudio publicado en el HSS Journal® examina la coalición tarsiana en atletas adolescentes y destaca su impacto en la biomecánica del pie y el rendimiento deportivo. Esta afección, que se produce cuando dos o más huesos del tarso se fusionan de forma anormal, puede provocar dolor, rigidez, inestabilidad y esguinces recurrentes debido a la restricción del movimiento subastragalino. Aunque los casos leves pueden tratarse con reposo, órtesis o fisioterapia, la mayoría de los atletas sintomáticos acaban necesitando cirugía. El estudio reveló que la resección quirúrgica abierta con interposición de injerto de grasa sigue siendo la mejor opción, ya que alivia el dolor, restablece el movimiento y previene las recidivas. Las tasas globales de éxito tras el tratamiento quirúrgico superaron el 80%, con bajas tasas de complicaciones y altas tasas de reincorporación al deporte, especialmente cuando tanto el tipo de coalición como la alineación del pie se evaluaron cuidadosamente antes de la cirugía. («Estudio sobre el tratamiento quirúrgico de la coalición tarsiana en atletas jóvenes – véase PubMed«).
¿Tiene más preguntas?
Q. ¿Qué es una coalición tarsal?
A. Una coalición tarsiana es una conexión anormal entre dos o más huesos del pie, normalmente el calcáneo, el astrágalo y el navicular, que puede ser de hueso, cartílago o tejido fibroso.
Q. ¿Cuál es la causa de una coalición tarsal?
A. La mayoría de los casos de coalición tarsal son congénitos, es decir, presentes al nacer, debido a que los huesos no se separan correctamente durante el desarrollo fetal.
Q. ¿Cuándo suelen aparecer los síntomas de la coalición tarsal?
A. Los síntomas suelen aparecer durante la adolescencia, cuando los huesos comienzan a endurecerse, provocando rigidez y dolor en el pie.
Q. ¿Cuáles son los síntomas habituales de la coalición tarsal?
A. Los síntomas más comunes son dolor de pies, rigidez, pies planos, espasmos musculares y dificultad para caminar o hacer deporte.
Q. ¿Cómo se diagnostica la coalición tarsal?
A. El diagnóstico implica un examen físico, la revisión de los síntomas y estudios de imagen como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.
Q. ¿Qué tratamientos no quirúrgicos existen para la coalición tarsal?
A. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen reposo, inmovilización, órtesis, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios.
Q. ¿Cuándo se considera la cirugía para la coalición tarsal?
A. Se considera la cirugía cuando los tratamientos no quirúrgicos no consiguen aliviar los síntomas y el paciente presenta dolor continuo o movilidad limitada.
Q. ¿Qué opciones quirúrgicas existen para la coalición tarsal?
A. Las opciones quirúrgicas incluyen la resección de la coalición o la fusión de las articulaciones afectadas, dependiendo de la gravedad y la localización.
Q. ¿Cuál es el tiempo de recuperación tras una intervención de coalición tarsal?
A. La recuperación varía, pero suele incluir un periodo de inmovilización seguido de fisioterapia, con un retorno gradual a la actividad a lo largo de varios meses.
Q. ¿Puede la coalición tarsal provocar complicaciones a largo plazo si no se trata?
A. Si no se trata, la coalición tarsal puede provocar dolor crónico, degeneración articular y pérdida de la función del pie.
Q. ¿Es útil la fisioterapia para tratar la coalición tarsal?
A. Sí, la fisioterapia puede ayudar a mejorar la movilidad del pie, fortalecer los músculos y reducir el dolor.
Q. ¿Puede una persona con coalición tarsiana seguir practicando deporte?
A. Algunas personas pueden seguir practicando deporte con el tratamiento adecuado, pero otras pueden necesitar limitar o modificar su actividad en función del dolor y la rigidez.

Dr. Mo Athar
